Cáncer de Mama: Mitos y Realidad
Por el Dr. Ángel García , Fecha: 08-02-2015
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Según las estadísticas mundiales el cáncer de mama es el más común en el género femenino. Esta patología es la que ocasiona mayor temor y conlleva a la mayoría de las mujeres a realizarse exploraciones periódicas como jugando a la ruleta rusa. Estas exploraciones tienen más efectos negativos que positivos, no sólo en el daño biológico del tejido mamario sino también en el condicionamiento del inconsciente colectivo de las féminas creando una masa crítica que ha puesto a resonar al cáncer como la enfermedad de la época en las mujeres.
El cáncer de mama, como toda enfermedad, tiene sus orígenes en la profundidad de la conciencia, aunque convencionalmente se siga creyendo que es originado por condiciones del cuerpo y trasgresiones alimentarias. Afortunadamente ya comienzan a salir estudios que rompen la hegemonía de la visión comercial de la aparatología y la terapéutica convencional.
En el año 2011 la revista “British Medical Journal” publicó un estudio que demostraba el riesgo de las exploraciones convencionales como la mamografía, las mujeres que más mamografía se realizan más riesgo tienen de que le aparezca el cáncer. Los segmentos más vulnerables son las mujeres jóvenes, las cuales corren con facilidad a practicarse intervenciones innecesarias como mastectomías y tumorectomías.
Otra investigación publicada en “Cochrane Database Systematic Review” en el año 2009 sobre exploración de cáncer de mama y mamografía plantea: “La exploración (mamografía) llevó a un 30% de sobrediagnóstico y sobretratamiento”.
El Doctor Samuel Epstein, uno de los líderes mundiales en prevención del cáncer ha dicho esto: “El pecho premenopáusico es altamente sensible a la radiación. Cada rad de exposición aumenta el riesgo de cáncer en 1%, con un acumulado de un 10% de incremento de riesgo en cada mama, después de una década de mamografías”.
Otro mito muy extendido en los últimos tiempos es el de operarse ambos senos, práctica conocida como “mastectomía doble preventiva”, para prevenir el cáncer de mama. Se está haciendo común que cada vez más mujeres acepten extraerse el tejido mamario para sustituirlo por prótesis, y de esta manera evitar, en el futuro, el cáncer de mama. Craso error. Se sigue cayendo en el engaño generalizado de que el cáncer es una enfermedad celular, exclusivamente, y que si se retiran las células del tejido más proclive a enfermar se evita la enfermedad. Esta ecuación simplista nos puede llevar a pensar que para evitar que el cuerpo se enferme debemos quitarlo, como si el organismo humano fuese una cosa inerte, les sigue costando la vida a la inmensa mayoría de la gente la dificultad de entender que el cuerpo es sencillamente un accesorio de la conciencia.
Un estudio científico conducido en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan ha encontrado que la mayoría de las mujeres que se hicieron esta operación, fueron motivadas por el miedo, no por un riesgo real. Para el estudio, se examinó la data de 1.447 mujeres que fueron diagnosticadas de cáncer (en un seno) y a quienes se les dio la opción de remover los dos. El estudio encontró que 20% consideró seriamente esa opción y que 8% estuvo de acuerdo. En otro estudio se encontró que el 70% de las mastectomías dobles, eran médicamente injustificadas y sin sentido.
En la medida que avanza la tecnología más sofisticados se hacen los mitos, otra versión que se ha convertido en una verdad “científica” es la teoría del oncogén, según esta teoría el cáncer es desencadenado por una información en el ADN y que la persona que tenga esa condición en su material genético desarrollará el cáncer. Otro error garrafal de la visión materialista de la medicina convencional. Desconocen los científicos que siguen leyendo en los libros viejos que los genes no son autónomos. Los genes responden a la información ambiental cuyo peso fundamental lo tiene el universo de la mente, el territorio donde se libran las verdaderas batallas del ser humano.
Los estudios de la epigenética han demostrados que los genes responden a una especie de vibración que llega desde la envoltura que le sirve de vaina al ADN, esta información toma la vía inversa a la conocida tradicionalmente de ADN-ARN-PROTEINA. Esta vía inversa es la que usa la conciencia para que a través del campo magnético celular llegue la información al ADN desde la envoltura proteica.
En la visión del paradigma emergente que sostenemos en MEDICINA DE LA CONCIENCIA el cuerpo es el territorio donde la conciencia escribe sus mensajes. Cada zona del cuerpo representa un territorio con significado, lo que implica que cada región del cuerpo representa un tema en la conciencia.
En el caso de los senos cada uno tiene contenidos diferentes para los efectos del universo mental de su portadora. En lo que respecta al seno izquierdo implica la manera como la mujer percibe su papel como hija o como lleva su relación con hijos. En cuanto al seno derecho este representa el tema pareja. Obviamente esta representación no es tan lineal, por lo que podemos encontrar tumores en mama izquierda sin que la mujer haya tenido hijos, sin embargo, al hacer la interrogación profunda nos encontramos que tiene un conflicto antiguo desde la infancia que, generalmente, está determinado por experiencias traumáticas relacionada al trato que recibió de sus padres o cuidadores, así como mujeres que han hecho cáncer de seno derecho sin haber tenido pareja. En este caso encontramos en su mundo interior una percepción negativa de las relaciones en pareja determinada casi siempre por recuerdos traumáticos de la manera como se relacionaban sus padres.
Abordar cualquier enfermedad sin tomar en cuenta el mundo interior de la persona aquejada es parcelar al ser humano y reducirlo a una cosa, se termina haciendo un trabajo muy técnico pero despojado del elemento fundamental de la vida humana. La enfermedad es una información que se expresa para entender lo que sucede en la conciencia. Mi experiencia me dice que cuando encontramos esta información y la sanamos, el cuerpo puede hacer lectura de la recomposición y se regenera.
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Dr. Ángel García Montero
Con más de 25 años de práctica médica y más de 15 años de investigaciones científicas, el Dr. García plantea que el cuerpo no enferma sin la participación de la Conciencia y que todo abordaje terapéutico debe realizarse de forma integral la química del cuerpo físico, el patrimonio energético y por supuesto, La Conciencia.
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