YO Cuántico: Nuestro Doble Energético l
Ángel Eduardo García M., Fecha: 31-05-2015
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Hasta ahora se ha creído que los avances de los conocimientos de la física cuántica solo eran aplicables a la tecnología de los microprocesadores, los ordenadores cuánticos, la tecnología láser, y una gama de teorías en torno a una nueva concepción del tiempo y el espacio, el universo de lo invisible, y hasta el funcionamiento de los cuerpos celestes llamados agujeros negros, sin embargo, no se termina de entender e integrar estos elegantes conocimientos al funcionamiento del ser humano. Los ladrillos elementales de la realidad llamados partículas sub-atómicas poseen la doble propiedad de ser ondas a la vez que partículas, pero lo más importante que se ha demostrado es que al estar funcionando como partículas no pierden sus propiedades ondulatorias sino que, por el contrario, se benefician de esa doble propiedad.
Los seres humanos estamos constituidos por los mismos elementos del universo, somos materia y energía, somos ondas a la vez que partículas. La parte corpuscular (partícula) está representada por el cuerpo físico, el cuerpo más denso de todos los cuerpos de los que estamos hechos. Físico, Energético, Astral, Mental y espiritual. La parte ondulatoria estaría representada por el cuerpo energético, este cuerpo recibe información de todos los cuerpos sutiles y la transfiere al cuerpo físico.
Uno de los aspectos más útiles e interesantes que se ha demostrado con las investigaciones del desdoblamiento del tiempo es que el cuerpo energético es capaz de grabar información no solamente de los otros cuerpos sutiles sino que además, tiene la particularidad de programar las decisiones que, consciente o inconscientemente toma la persona, esto ha sido demostrado por los estudios hechos por el físico Francés Jean Pierre Garnier Malet. Este científico plantea que el cuerpo energético funciona como una especie de doble que opera en una percepción distinta de la línea temporal, la velocidad del tiempo en la dimensión donde funciona el Yo Cuántico, como particularmente él le llama, tiene una velocidad vertiginosamente rápida, por lo que es imposible que desde nuestra realidad superficial podamos captar su información, ya que una fracción de segundo en nuestra realidad tridimensional pueden ser días en la dimensión del Yo Cuántico.
Plantea Garnier Malet que hay un tiempo crítico en que fluye libremente el intercambio de información entre la parte ondulatoria y el yo corpuscular y es justamente cuando estamos en el momento del sueño de mayor actividad cerebral, el llamado sueño paradoxal o sueño REM (Rapid Eye Movement en inglés). En esta fase del sueño los ojos se mueven muy rápidos por la gran actividad cerebral que se produce, algunos autores plantean que en esta fase del sueño donde se limpia mucha información basura que se introduce durante el día, de allí lo importante de dormir todas las noches.
Cuando una persona se le priva del sueño por pocos días entra en caos y esto es precisamente por la acumulación de una información que hace inoperante la vida. En la teoría del desdoblamiento del tiempo se plantea que no solamente el cerebro limpia la información basura en el sueño REM, que dura unos 110 minutos, aproximadamente, sino que además se programa el futuro potencial a vivir en esta dimensión y esta elección la hace el Yo Cuántico a partir, fundamentalmente, de la información que queda gravitando en la mente antes de dormir, es decir, que si los pensamiento con los que la persona se queda dormida son de escases y preocupación el Yo Cuántico opta por un futuro donde continúe reproduciéndose la escases.
El Yo Cuántico vive en una dimensión donde pasado, presente y futuro no se perciben como lo percibimos normalmente en esta dimensión ordinaria, allí el tiempo no es lineal y por lo tanto nuestro doble tiene la posibilidad de conocer todos nuestros futuros potenciales porque de alguna manera ya han ocurrido, una fracción de segundo son millones de segundos para el Yo Cuántico, por lo tanto él tiene la capacidad de viajar a ese futuro potencial para saber lo que allí ocurrirá.
Hay cierta ecología en el Yo Cuántico, nuestro doble siempre quiere lo mejor para nosotros, sin embargo, el termina respetando el libre albedrío. El futuro potencial que va a prevalecer va a ser el que, mayoritariamente, se ha enfocado la mente ordinaria del yo superficial o corpuscular, es decir, que de todos los pensamientos que tenemos durante el día, especialmente desde las cinco de la tarde hasta las once de la mañana del día siguiente, los que prevalezcan son los que programan la vida que vamos a experimentar en esta dimensión. Esta teoría del desdoblamiento del tiempo nos da la posibilidad de empoderarnos para programar nuestra vida por venir, nuestro futuro.
Tenemos que ser celosos de lo que pensamos, especialmente debemos tener un cuidado particular con la información con la que nos acostamos en la noche, puesto que esta es la materia prima fundamental que usa el Yo Cuántico, nuestro doble energético, para elegir el futuro a vivir en esta dimensión.
Es importante que lleguemos a la cama relajados, si hemos tenido un día agitado debemos meditar un poco para lograr algo de relajación y tener una pequeña conversación con nuestro doble energético como si conversáramos con un íntimo amigo que está dispuesto a hacer todo lo posible para que ocurra lo mejor para nosotros. El Yo Cuántico es la parte nuestra que se mantiene vinculado a nuestra esencia espiritual y que se comunica con la creación universal donde habita la mente de Dios, es el pequeño Dios creando con el gran Dios, pero no olvidemos que ambos respetan el libre albedrío, en fin de cuentas es nuestra mente la que decide lo que vamos a vivir, de acuerdo a la información en la que nos enfocamos. Abundamos en lo que pensamos.
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Dr. Ángel García Montero
Con más de 25 años de práctica médica y más de 15 años de investigaciones científicas, el Dr. García plantea que el cuerpo no enferma sin la participación de la Conciencia y que todo abordaje terapéutico debe realizarse de forma integral la química del cuerpo físico, el patrimonio energético y por supuesto, La Conciencia.
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