CRÓNICAS DEL MÁS ALLÁ lll (final)
Ángel Eduardo García, Fecha: 14-12-2014
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Los seres humanos que rompen las barreras de la percepción y hacen visitas conscientes e inconscientes a otros niveles de realidad logran mayor libertad perceptiva y una conciencia ampliada a través de la cual pueden entender que la vida es más de lo que cotidianamente se cree. He tenido la fortuna de vivir experiencias transpersonales que me han ayudado a ampliar mi percepción a otros niveles de existencia y, más importante aún, las vivencias que he conocido de personas que han experimentado la realidad de otras dimensiones han tenido una influencia inconmensurable en la expansión de mi conciencia
El testimonio de una paciente con cáncer que atendí hace varios años me obligó a estudiar otros aspectos de la dimensión espiritual, hacia los que tenía cierta reserva. Esta mujer (Tere) llevaba dos años con la enfermedad que la había obligado a dejar su residencia en otro país y regresarse a Venezuela por las limitaciones que comenzó a tener, a raíz de la enfermedad, en el país en el que se había residenciado. Por alguna razón cuando regresó Venezuela decidió asistir a mi consulta. Ella y su esposo se hicieron parte del círculo de personas colaboradoras de nuestras actividades en la ciudad de Caracas, ella comenzó a realizar cambios importantes en su vida, sin embargo, llevaba más de un año con tratamiento convencional y ya estaba algo deteriorada. Tere dio muestras de mejoría pero al reiniciar otro ciclo de quimioterapia hizo una recaída que a la postre daría al traste con su vida.
En la segunda sesión de quimioterapia Tere tuvo que ser hospitalizada por anemia y una debilidad que no le permitía caminar ni un pequeño tramo. Pasó tres días en una clínica y luego fue trasladada a su casa. La primera noche sintió muchas ganas de ir al baño pero le daba mucha compasión con su esposo que había estado apoyándola en su reciente ingreso sin dormir prácticamente nada, por lo que ella se las ingenió para trasladarse sin su apoyo al baño, incluso me contó, que tuvo que arrastrarse, ya finalmente sentada comenzó a sentir que las escasas fuerzas que tenía la abandonaban, hasta que percibió que salía totalmente del cuerpo.
De repente se encontró flotando “como integrada al todo” con una sensación ilimitada de gozo y plenitud, todo era luz y, según ella, se sentía parte de todas las cosas que descubría. En ese momento decidió no volver a entrar al cuerpo, estaba decidida a morir. “No voy a volver a ese cuerpo hecho mierda”, “si esto es morirse es mejor estar muerta, no me duele nada”. Podía estar en las dos dimensiones a la vez porque sentía todas esas sensaciones de gozo y también podía ver su cuerpo en el sanitario. Recuerdo que me dijo: “Ángel que sabroso es morirse”
De repente advierte que aparece el esposo, que para el momento ya se había percatado que no estaba en la cama, ve que su esposa está totalmente inconsciente y comienza a llamarla, “Tere”, “Tere”, “no te vayas”, “no nos dejes solos”, “tus hijas” (tenían dos hijas de 7 y 9 años). La madre de Tere que los acompañaba por la delicada salud de su hija escucha los gritos de su yerno y aparece con una imagen de Jesús de la Misericordia. Todo esto, me cuenta, ella lo veía desde fuera de su cuerpo. De pronto siente una sensación de certeza, aunque podía ver el sufrimiento de su esposo y de su madre con su muerte, algo le decía que él se recuperaría de todo ese dolor y que conseguiría una mujer extraordinaria en poco tiempo con la que él y sus hijas serían muy felices, las cuales también superarían el dolor y les quedaría fundamentalmente los buenos recuerdos, Tere siempre fue una mujer muy alegre.
De pronto observa que de su cuerpo sale una voz masculina que hace retroceder a su marido quien asombrado le gritaba: “tú no eres Tere”, “quién eres”. Dese su mente astral, impresionada ante tal imprevisto, se convence que otra entidad desencarnada se ha metido en su cuerpo, que seguramente mantenía cierta energía vital. Los desencarnados que no han podido elevarse a quinta dimensión por apego o ignorancia espiritual, generalmente, viven de parasitar energía vital de los depresivos, iracundos o moribundos.
Tere tomó la determinación de volver a su cuerpo y sacar la Entidad Parasitaria Astral (EPA) que lo había ocupado, me contó que sintió perfectamente cuando encajó en todo su territorio físico y le habló al esposo, “mi amor soy yo” y este se fue en llanto y la abrazó fuertemente al igual que su madre.
Hacía pocos días que Tere había vivido esta experiencia cuando la compartió conmigo, dos meses después se despidió de este mundo tranquila y sin miedo. A siete años de su partida todo lo que ella vio en astral se ha hecho realidad, el padre de sus hijas encontró una mujer estupenda con la que se casó a los dos años de su muerte y sus hijas, ya adolescentes, llevan una relación maravillosa con ella. Tal como ella lo percibió en la dimensión sin cuerpo.
Toda esta experiencia de Tere y la posterior materialización del futuro que ella vislumbró en astral me llevaron a pensar que algo de cierto había en los cuentos de otras dimensiones, desempolvé los libros de la famosa psiquiatra Suiza Elizabeth kruger y descubrí los trabajos del Psiquiatra Norteamericano Raymond Moody, especialmente de su libro más famoso, “VIDA DESPUÉS DE LA VIDA”, también me he acercado a investigadores de rigor científico que comparten las teorías transpersonales como el filósofo Ken Wilber y los Psiquiatras Abrahan Maslow y Stanislav Grof, los libros del Doctor en Física Cuántica Amit Goswami también son muy esclarecedores en el tema.
Hay un axioma que dice que cuando te abres a nuevas creencias abres las puertas a nuevas experiencias y, efectivamente así sucedió. Un año después de la vivencia de Tere yo mismo tuve mi propia experiencia cercana a la muerte en el año 2008, cuando tuve el paro respiratorio en quirófano, a partir de allí un nuevo mundo se abrió para mi vida personal y profesional. En estos momentos es muy común en mi consulta recibir enfermos con co-habitaciones o entidades astrales que parasitan su energía vital y que, obviamente, hacen más difícil la recuperación, ENERGÍA QUE TU NO USAS LA USAN OTROS, CON O SIN CUERPO.
La medicina transpersonal forma parte del curso de MEDICINA DE LA CONCIENCIA, formación básica del Instituto de Estudios de la Conciencia el cual regirá las investigaciones y formaciones en torno a mi trabajo y el de otros profesionales afines dentro y fuera de Venezuela.
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Dr. Ángel García Montero
Con más de 25 años de práctica médica y más de 15 años de investigaciones científicas, el Dr. García plantea que el cuerpo no enferma sin la participación de la Conciencia y que todo abordaje terapéutico debe realizarse de forma integral la química del cuerpo físico, el patrimonio energético y por supuesto, La Conciencia.
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