Abordaje del Cáncer con el Nuevo Paradigma (Historia de un caso)
Dr. Ángel García Montero, Fecha: 14-08-2016
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Arquímedes es un hombre pausado en su hablar y caminar, aunque su profesión es muy técnica y mecánica, siempre ha tenido una inclinación especial por las lecturas no dogmáticas de la espiritualidad y las tendencias científicas modernas que explican una nueva visión de la realidad, su esposa también es una entusiasta de los temas de la espiritualidad libre. Ambos conocen muy de cerca mi trabajo y mi visión en torno al cáncer, por esta razón no dudaron en comunicarme que le habían realizado exploraciones en el hombro derecho, por un dolor de considerable intensidad que venía en aumento en los últimos días, y cuyos resultados arrojaban una lesión en la cabeza del húmero con características malignas, parecía que le hubieran extraído parte del hueso.
Visite a esta encantadora pareja en su casa a solicitud de la esposa de Arquímedes, la primera parte de la reunión me dediqué a revisar acuciosamente todos sus exámenes y exploraciones de resonancias y tomografías en los que corroboré que la lesión que aparecía en las imágenes era una lesión osteoclástica, término indicativo de destrucción de hueso, este amigo tenía un conocimiento general de medicina de la conciencia por lo que no se me hizo difícil explorar el o los disparadores profundos que originaron dicha lesión.
En la medicina convencional cuando se aborda una situación como la de Arquímedes, una vez encontrada la lesión, se remite al oncólogo el cual se limita a clasificarla y programa el tratamiento, no forma parte de su incumbencia el por qué o el cómo apareció la lesión en cuestión. El abordaje es bastante mecánico y técnico, pre-establecido en un protocolo que ha sido diseñado, por lo general, en el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos de Norteamérica, razón por la cual se limita exclusivamente a la quimioterapia, radioterapia y/o cirugía. Esta visión continúa, con una ceguera olímpica, en acabar con las células cancerígenas sin tomar en cuenta dos factores fundamentales, por una parte, se puede acabar a punta de veneno con todas las células malignas, pero eso no conlleva, necesariamente, a la desaparición del Cáncer. Por otro lado, el daño causado a las células normales condiciona la aparición de cáncer en esas células tiempo después, las mal llamadas metástasis.
Desde el esquema conceptual de la Medicina de la Conciencia® buscamos la impronta generada por el conflicto que alteró el campo electromagnético de la zona, lo cual produce un bajón en el componente eléctrico celular hasta niveles críticos, esto sería causante del estrés en las células que obliga a la activación del oncogén con la consecuente mutación celular.
En el caso que nos concierne le hice un bosquejo rápido a Arquímedes de cómo se genera el debilitamiento de los campos electromagnéticos de las diferentes zonas del cuerpo, tejidos y células. Aparece el conflicto el cual genera un impacto que es registrado en la mente-cerebro como una señal de alarma, la cual emite una descarga de energía hacia la zona comprometida. Tomando en cuenta este planteamiento, le hice una pregunta bastante folclórica a mi amigo: “¿mira chico en algún momento tuviste unas ganas inmensas de meterle un coñazo (golpe) a alguien?” a lo que no sólo me respondió afirmativamente sino también que me contó lo que a mi parecer había sido el gran conflicto, sino de su vida, de su historia reciente.
Tenía una empresa con un socio familiar al que le confiaba la administración de todo el proceso financiero, y en los días de lo que parecía ser el gran momento de la empresa este socio desaparece, lo cual generó la preocupación suficiente en mi amigo que lo llevó a visitar los banco con el fin de buscar la forma de cumplir con los compromisos de pago a empleados, obreros e insumos, pero para gran sorpresa de Arquímedes las cuentas bancarias estaban en cero, esta increíble noticia le generó un gran malestar al punto que fue ingresado en una institución hospitalaria con una crisis hipertensiva, al segundo día salió con tratamiento del cardiólogo y sus respectivas orientaciones médicas, las cuales ponían énfasis en evitar situaciones de alteración emocional mientras el tratamiento y el cuidado lograban estabilizar su tensión arterial, obviamente hizo caso omiso a las sugerencias del especialista y se lanzó a la búsqueda de su primo-socio, al tercer día de la intensa búsqueda lo encontró en su casa de campo. Cabe destacar que en varias ocasiones de la conversación le “rompí el estado”, como se dice en programación neurolingüística cuando se le obliga al interlocutor a abandonar el tema haciéndole referencia a otra cosa que no mantiene relación con el tema en cuestión, esto lo hacía porque mientras me contaba todo este lamentable suceso se notaba como se iba afectando emocionalmente. Lo cierto del caso es que Arquímedes tuvo unas ganas inmensas de golpear a su primo por semejante traición, pero la cara de su tía, la madre del socio, se le venía a su mente, Arquímedes estaba ligado afectivamente a esta mujer, no solo por ser su tía sino por ser quien terminó de críalo luego de la temprana muerte de su mamá.
Luego de descargar todas las palabras que Arquímedes logró decir con ira, poco común en este hombre de naturaleza apacible, se regresó a la ciudad pues sintió un fuerte dolor en el pecho, visitó al cardiólogo y afortunadamente no pasó de ser una isquemia pasajera. Arquímedes estuvo trabajando dos largos años para salir de los compromisos de la empresa y luego la cerró. Se tomó un tiempo de descanso por recomendación de los médicos y de su familia, pero fue allí precisamente cuando apareció el fuerte dolor en el hombro que no desaparecía con ningún medicamento hasta que los estudios arrojaron el resultado antes mencionado.
Al terminar de contarme este atípico suceso le expliqué en detalles como aquel deseo de darle la golpiza bien merecida al socio, que se robó todo el capital de la empresa, había activado un flujo extra de energía en sus miembros superiores, especialmente en su brazo dominante, el brazo derecho, esta energía quedó atascada en la región del hombro afectando considerablemente el flujo de electrones en la zona y comprometiendo el patrimonio eléctrico celular en las células del hueso mayor de la zona. Le dejé un plan de tratamiento que abarca la parte biológica con dieta alcalina precedida por un détox con el esquema Gerson, que aunado a una buena hidratación garantiza el drenaje de toxinas del espacio extracelular esto, además, coadyuva en una mejor oxigenación, elemento sumamente importante para neutralizar el crecimiento tumoral.
Lo fundamental en el esquema que aplico para este tipo de patología son las estrategias garantizan la recuperación del campo electromagnético de la zona afectada desactivando el circuito psico-eléctrico que compromete la circulación de la energía vital, esto se logra con técnicas de resolución de memorias conflictuadas (insanas), apoyadas también en las micro-meditaciones diarias que ayudan a mantener el flujo armónico de la comunicación de la mente-cerebro con la energía vital que mantiene el flujo de electrones en las decenas de cuatrillones de átomos del cuerpo humano. Esta es una teoría muy revolucionaria que no pueden aceptar las élites que viven del gigantesco y monstruoso negocio de la quimioterapia y estrategias afines, protegidos por la Organización mundial de la salud y el estamento legal en muchos países.
Ya hace siete meses que visite a Arquímedes y en estos momentos goza de una extraordinaria salud, la lesión del hueso desapareció totalmente.
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Dr. Ángel García Montero
Con más de 25 años de práctica médica y más de 15 años de investigaciones científicas, el Dr. García plantea que el cuerpo no enferma sin la participación de la Conciencia y que todo abordaje terapéutico debe realizarse de forma integral la química del cuerpo físico, el patrimonio energético y por supuesto, La Conciencia.
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